¡Hola! Aquí Joaquín, una vez más escribiendo por aquí para comentaros las cosas que vamos haciendo en clase de TIC. En esta entrada, os hablaré de la Biblioteca Pública Provincial de Sevilla, un espacio ubicado cerca del Parque de María Luisa, en pleno centro de Sevilla. Originalmente fue inaugurada en 1959 en la calle Rioja, pero el emplazamiento fue sustituido por el otro en la Calle Alfonso XII en 1979 y los fondos originales fueron retirados. El servicio permaneció allí hasta 1999, cuando se inauguró el edificio actual localizado en la Avenida de María Luisa, 8, y diseñado por los arquitectos Antonio Cruz y Antonio Ortiz.
Según la página web de la Biblioteca, sus objetivos son los siguientes:
- "Satisfacer las necesidades de lectura e información de los ciudadanos de Sevilla y su provincia,
- Promocionar la lectura, facilitar el estudio y la investigación, el aprendizaje y la formación continua a lo largo de la vida,
- Ser un centro de acceso a las tecnologías de la información,
- Recoger, conservar y difundir el patrimonio bibliográfico local, y
- Ofrecer actividades culturales y de ocio a los distintos grupos de edad y colectivos de la sociedad."
En resumidas cuentas, este espacio no es solo para consultar libros, sino que también es una herramienta de difusión y promoción de la cultura a todos los niveles, más allá del literario. Aparte de emplear el archiconocido servicio de préstamos, podemos asistir talleres de cine y música, consultar la fonoteca, utilizar los ordenadores y muchas otras cosas más.
Durante la visita, no solo aprendimos sobre la historia de la biblioteca y sus servicios, sino también sobre aspectos más internos, relacionados con la administración y funcionamiento. Nos explicaron algunas cositas sobre la jerarquía entre bibliotecarios (no recuerdo muy bien cómo era exactamente, pero hay algunos que están más involucrados con el mantenimiento del catálogo, otros con la promoción de actividades culturales y demás). También pudimos visitar los compactos, en los cuales se almacena el depósito legal, que es una serie de libros que la biblioteca no puede prestar pero que tiene la obligación de conservar. Pero no nos quedamos ahí: también pudimos dar una vuelta y ver los espacios que tiene toda biblioteca que se precie. La zona de ordenadores, la sala de estudios, el área infantil, etc.
Total, aunque fue una visita relativamente breve, fue bastante completa y nos sirvió para darnos a conocer una de las posibles salidas profesionales que tenemos como estudiantes de Humanidades. (Eso sí, me quedé con las ganas de probar el café de avellana de la máquina para ver si es mejor que el de la universidad...) Y ustedes, ¿os gustó la visita? ¡Dejadme vuestras opiniones en los comentarios! Dicho esto, hasta la próxima...
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